“¡¿Para que mier… escribo este articulo?!” es lo que me pregunto en este momento. Y ya podemos ver un ejemplo de una aplicación de una mala palabra.
Las “malas palabras” reciben esta denominación porque la gran mayoría de ellas se utilizan para denotar un desprecio o un insulto, algo que dentro de una sociedad civilizada, es algo malo o inapropiado.
Hoy en día es muy común escuchar a los jóvenes dialogar con malas palabras. La utilización de dichos términos, depende básicamente de la educación que haya recibido la persona. Por ejemplo, hay personas que no las utilizan en lo absoluto, mientras que otros, viven utilizándolas. Por ejemplo, si un niño de chico se lo reta cuando dice una “mala palabra”, posiblemente no vuelva a decirla más o al menos por un tiempo. Si, en cambio, se lo festejan, posiblemente con el tiempo, esa persona se vuelva un “putea-dependiente” y no encuentre más sinónimos a las situaciones que con “malas palabras”.
Lo más llamativo de las malas palabras, es que suelen ser extremadamente divertidas escucharlas en algunos contextos, por ejemplo cuando la utilizan los comediantes. Sin embargo no son para nada divertidas si alguien las utiliza de modo despreciativo hacia nosotros.
Otro dato interesante de las malas palabras, es que éstas suelen tener diversos significados. Por ejemplo:
La palabra “pedo”, hace referencia al gas producto de la flatulencia del cuerpo, y si bien es el término más utilizado para denominar tal suceso, los sinónimos más “sanos” que se utilizan para llamarlo, pueden ser “cuete” o “gas” (palabras bastantes pedorras).
¿Pero que sucede si esa palabra la usamos en otro contexto? Veamos todos los significados que encontramos:
– “Al Pedo”: se utiliza para denominar a algo que está de forma innecesaria, de gusto (como la foto que ubiqué en la parte de arriba).
– “En Pedo”: se utiliza para denominar a una persona que está ebria o alcoholizada. Pero también suele utilizarse en frases como “¡Eso no lo hago ni en pedo!”
– “A los pedos”: se utiliza para denominar que algo va a gran velocidad. Por ejemplo: “pasé el semáforo a los pedos”.
– “Lo cagó a pedo”: significa que alguien retó a otra persona.
– “De pedo”: se utiliza para explicar que algo fue de casualidad, por ejemplo, “me salvé de pedo”.
Por último, podemos decir que si bien no es recomendable utilizar las malas palabras, a veces es preferible hacerlo, ya que los sinónimos que encontramos, pueden ser bastante más desagradables que la mala palabra en sí. Por ejemplo, si tenemos que referirnos al excremento, los sinónimos que se pueden utilizar son “caca” o “popo”, palabras extremadamente horribles o estúpidas. Por esta razón, sería preferible llamar al excremento mierda o bosta, antes que esas palabras tan patéticas.
En fin, si bien podemos encontrar una mala palabra para cualquier ocasión, lo más recomendable, es evitar hacerlo para que nuestro vocablo no pierda significado y no nos quedemos sin adjetivos o sinónimos.