Fuente: Clarín

Hallan que obesidad puede ser “contagiosa socialmente”

(AP) – Si los amigos y la familia engordan, existe la posibilidad de que uno también suba de peso, señalaron investigadores en un sorprendente estudio que sugiere que la obesidad es “contagiosa socialmente” y puede propagarse fácilmente de persona a persona.

El amplio estudio, financiado con fondos federales (USA), halló que eso es verdad incluso si sus seres queridos viven lejos. Los vínculos sociales parecieron desempeñar un papel sorprendentemente fuerte, incluso más que el genético, ya conocido.

“Nos quedamos perplejos al encontrar que los amigos que se encuentran a cientos de millas de distancia tienen el mismo impacto sobre el estatus de peso de una persona que el que tienen los amigos que viven en la casa de al lado”, dijo el coautor James Fowler de la Universidad de California en San Diego.

La indagación halló que las posibilidades de que una persona se volviera obesa se incrementaban en 57% si un amigo engordaba, 40% si un hermano aumentaba de peso y 37% si el que subía era el cónyuge. En las amistades más cercanas, el riesgo casi se triplicaba.

Los investigadores creen que la causa va más allá que la simple convivencia de personas que tienen los mismos hábitos de alimentación y de ejercicio. En lugar de ello, puede ser que el tener parientes y amigos que se vuelven obesos modifica la propia idea de lo que es aceptable en cuestiones de peso.

A pesar de los hallazgos, los investigadores dijeron que la gente no debe interrumpir esas relaciones.

“Existen toneladas de investigaciones que sugieren que tener más amigos hace que uno sea más saludable”, señaló Fowler. “Así que lo último que usted querrá hacer es deshacerse de cualquiera de sus amigos”.

El estudio, financiado por el Instituto Nacional de Geriatría, fue publicado en el New England Journal of Medicine.

Los investigadores analizaron registros médicos de personas en el Estudio Framingham sobre el Corazón, que ha estado dando seguimiento a la salud de habitantes de ese suburbio de Boston durante más de medio siglo. Supervisaron los registros de parientes y amigos valiéndose de información de contactos que los participantes proporcionaron cada vez que fueron examinados a lo largo de un período de 32 años.

Un total de 12.067 personas – todas participantes en la investigación Framingham – estuvieron involucradas en el estudio.

Después de tomar en cuenta el incremento de peso por causas que suelen generarlo y otros factores, los investigadores hallaron que la mayor influencia se produjo entre amigos y no entre personas que compartían los mismos genes o que vivían en la misma casa. La geografía y el dejar de fumar no tuvieron efectos en los riesgos de volverse obeso.

Comentarios