El término salud, es un concepto que año a año se va modificando acorde a nuevas investigaciones. Cuando uno dice que está sano, no se debe referir únicamente al hecho de no estar enfermo, sino que es mucho más que eso.

Según la Organización Internacional de la Salud, la salud es el completo bienestar físico, mental y social

Gozar de buena salud es ahora mucho más que no estar enfermo

Se trata de un nuevo enfoque médico que promueve otras vías para estar saludable. Según los expertos, implica tener en cuenta, además, el manejo del estrés, lo emocional y un equilibrio social y psicológico.


CLAVES. LAS CAMINATAS Y LOS CHEQUEOS SON IMPRESCINDIBLES (1 Y 2).

PERO TAMBIEN HAY QUE TENER EN CUENTA QUE MEDITAR PARA CONTROLAR EL ESTRES Y REIRSE, AYUDAN (3 Y 4)

Un cuerpo sano no es sólo un cuerpo que no está enfermo. La salud también tiene que ver con un equilibrio físico, mental y social. Lo dice la Organización Mundial de la Salud. Y en este sentido, los especialistas tienen cada vez más en cuenta el factor emocional al evaluar la salud de una persona.

“Está comprobado que la salud está estrechamente relacionada con cuadros emocionales. Cualquier enfermedad siempre está precedida, condicionada o desencadenada por cuadros emocionales”, dice Daniel López Rosetti, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés.

Psiconeuroinmunoendocrinología. Así se llama el área de la medicina que relaciona lo psicológico, lo neurológico, lo inmunológico y lo endocrinológico. Investiga la influencia afectiva, psicológica y emocional que afectan al cuerpo y viceversa. López Rosetti da ejemplos. La hostilidad, la ira y la agresión son emociones negativas que se relacionan con el infarto. De los infartados, el 40 % luego tiene depresión, lo que condiciona negativamente la evolución de la enfermedad con la posibilidad de sufrir otro infarto. Otro ejemplo: la represión de las emociones aumenta las posibilidades de tener hipertensión. Por el contrario, tener buen humor y rodearse de amigos mejoran cualquier pronóstico.

“La detección de cuadros emocionales negativos como la tristeza, la depresión, la ansiedad o la angustia merecen tenerse en cuenta para disminuir su incidencia en posteriores enfermedades”, explica López Rosetti.

Mariana Davidovich, Psicoanalista y Supervisora del Centro Dos, hace unas aclaraciones: “Existe el ideal de estar siempre entero, el cuerpo no puede mostrar fisuras. Y si aparece la angustia enseguida hay que eliminarla vía medicamentos para reestablecer el equilibrio emocional. Pero eliminar la angustia así es eliminar al sujeto. La angustia es una señal, hay algo para modificar, para revisar. Se debe atravesar el dolor, si se tapa con pastillas se arma un círculo enfermizo”.

Fernando Botto, jefe de Unidad Coronaria del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, asegura que las personas con estrés permanente tienen el triple de posibilidades de sufrir un infarto. Habla de la encuesta Interheart que analizó a 16.000 infartados del mundo (412 argentinos). Además, aparecen el colesterol alto, la diabetes, la hipertensión, la obesidad y el cigarrillo. Y como factores protectores, el ejercicio regular, el consumo diario de frutas y verduras y el consumo moderado de vino tinto. “No fumar, hacer ejercicio y comer sano reduce un 75 % las posibilidades de tener un infarto“, dice Botto.

“Hay que insistir con la prevención. Los gobiernos deben hacer campañas informativas; evitar impactos ambientales adversos, asegurar atención hospitalaria”, dice Carlos Luna, profesor de Medicina Interna en la UBA.

“La exclusión social, la pobreza y la injusticia en la distribución del ingreso son, aún en el siglo XXI, la principal causa de enfermedad y muerte —asegura Pedro Cahn, director de Fundación Huésped y presidente de la International AIDS Society—. Las estadísticas del VIH/SIDA son contundentes: el 95% de las personas con el virus viven en países en vías de desarrollo. Y el 95% de los 11.000 nuevos casos diarios también es en esos países —dice Cahn—. La tuberculosis mata 3 millones de personas por año, la malaria, otro millón. El sarampión, enfermedad prevenible por una vacuna que cuesta 3 centavos de dólar, mata 700.000 niños”.

En este enfoque amplio de salud, la OMS propone agregar a la familia como ámbito clave: “La integración de las estrategias de prevención y tratamiento de enfermedades, complementadas con la promoción de hábitos saludables contribuyeron a mejorar la atención. Este proceso, que permitió cambiar el foco de la atención hacia la condición de salud y no hacia la atención de la enfermedad, debe ser extendido más allá del individuo para considerar su entorno familiar”.

Fuente: Clarín

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