¿Por qué necesito un entrenamiento del equilibrio?
Entrenamiento del equilibrio
A partir de los 25-30 años se inicia una pérdida paulatina del equilibrio, que se acentúa con el avance de la edad. Estos procesos son reversibles con un entrenamiento del equilibrio. El mismo es una habilidad y se entrena al igual que la fuerza o la capacidad aeróbica.
Hay varias formas de abordar el entrenamiento del equilibrio. Mencionaremos algunas y daremos un ejemplo.
Propiocepción
La propiocepción es la percepción que se tiene del propio cuerpo. Por costumbre la vista suele ser un sistema de referencia muy importante. A veces resulta más importante que otros sistemas al momento de controlar el equilibrio.
Te invito a hacer una prueba breve: Intenta pararte en un pie con los ojos abiertos, seguramente no tengas problemas… ahora intenta lo mismo pero con los ojos cerrados. Apuesto a que te resulta mucho más difícil.
La vista no es un sistema indispensable para el equilibrio. Puedes aprender a equilibrarte entrenando tu percepción del peso del cuerpo sobre la planta de tus pies, usando la imaginación y tu sentido de ubicación, la tensión muscular. Mantener los ojos cerrados agrega dificultad a la tarea de mantener el equilibrio y con ello entrenamos nuestros sistemas propioceptivos, concentrándonos en las sensaciones internas de nuestro cuerpo y no en la visión externa.
Fuerza – Estabilidad
La repetición de acciones, promueve el aprendizaje para mejorar tu equilibrio a través de la experiencia. Sea ejercicios de entrenamiento o práctica específica de ciertos movimientos.
Entrenar la fuerza de tobillos, rodilla y cadera te permitirá acciones más eficaces para equilibrar tu cuerpo con menos esfuerzo. El entrenamiento de fuerza de la zona central del cuerpo (tronco) ayuda a una mayor estabilidad que favorece el equilibrio.

balanceo de pierna unipodal
Ejercicios que puedes practicar en el entrenamiento del equilibrio
- Práctica regular de los test de equilibrio, sobre todo si los haces con ojos cerrados.
- Mantenerte en un pie en tiempos muertos de tu día, como al cepillarte los dientes o mientras esperas en la fila para hacer un trámite, etc.
- Pon un pie frente al otro, en línea. Con el talón del pie de adelante tocando la punta del pie atrasado. Levanta los talones para quedar en puntas de pie y mantén la posición el tiempo que puedas.
- Prueba caminar en línea recta colocando un pie frente al otro, como caminando sobre una cuerda, colocando el talón frente a la punta del pie.
- La práctica regular de tai chi chuan está demostrado que mejora el equilibrio, reduce el riesgo de caídas y aumenta la fuerza de piernas.
- Balanceos laterales de pierna. Manteniendo una pierna apoyada, balancear la otra por delante y por detrás, cuanto más lentamente mejor (ver imagen)