Todos deben saber que los seres humanos somos capaces de lograr unas cosas magníficas, independientemente de nuestra condición social, física o económica. Cualquier ser humano puede alcanzar cualquier cosa si se lo propone. Pero para ello debe poner todo su entusiasmo en ello!

Si miramos a nuestro alrededor vamos a ver miles de personas que se dejan vencer fácilmente por las circunstancias, y dejan volando en el aire proyectos o planes que realmente los hubiese hecho felices o metas que de haberlas alcanzado podrían servir de ejemplo para muchas personas (principalmente para aquellos que los rodean).

Sucede que es muy fácil dejarse vencer por el desgano. Es muy fácil sentarse y ver como el esfuerzo lo realizan los demás. ¿Es que acaso no se dan cuenta que tenemos solo una vida y que hay cosas para las que sólo tenemos etapas para hacerlas y que de no hacerlas ya nunca podremos?

En absolutamente todas las ramas de la vida, debemos saber y recordar que siempre podemos dar un poco más. En cada proyecto en el que nos encaminemos, debemos perseguir nuestra meta, nuestro ideal más allá de todo. No es fácil, ya que durante ese proceso aparecen muchos motivos o muchas trabas para impedir lograrlo. La mayor y más común de todas el desaliento que podemos recibir de algunas aquellas personas, con frases como “nunca lo vas a lograr”, o “¿para que haces eso?”. El mejor consejo que puedo darles ante eso es: hacer oídos sordos. Si se dejan llevar por lo que dicen las demás personas, significa que tienen una personalidad débil, indefinida y carente de significado. Esas personas que intentan impedir alcanzar nuestras metas, son personas que no las alcanzaron y desean lo mismo para todo el resto. Es ahí donde debe surgir esta fuerza de voluntad. No hay una forma de entrenarla, es algo que deben sentir ustedes mismos!

Puedo asegurarle con certeza que en cualquier rama de la vida, si uno se esfuerza, y espera con paciencia y perseverancia, todo tarde o temprano llega. Nosotros somos los que podemos alcanzar eso. Pero lo más importante para la base de esa fuerza de voluntad a la que me refiero, es la paciencia. Muchas personas se dan por vencidas porque no ven los resultados de inmediato. Deben saber que posiblemente lleve mucho tiempo, pero tarde o temprano llega. Es lógico que dan ganas de bajar los brazos cuando intentamos algo por mucho tiempo y no lo logramos… pero se los repito por tercera vez: tarde o temprano llegará! Nunca olviden esta frase: YO PUEDO.

Como en todos mis artículos, quiero pasar a la parte práctica. Les quiero mostrar un ejemplo de esto que les menciono. El mejor ejemplo que podemos mencionar es el de las acrobacias, donde se sabe que al principio apenas sabíamos hacer la medialuna y luego de mucha perseverancia llegamos a poder hacerla incluso sin manos, pero les quiero mostrar otro ejemplo. Un ejemplo bastante común en la vida cotidiana: el sobrepeso.

Quiero mostrarles a mi papa hace varios años atrás.

Tenía un alto sobrepeso. Hasta que un día se dijo “Basta. ¡Yo puedo!”. Y comenzó con su plan para adelgazar. Un plan sumamente sano, basado en un estricto régimen saludable a base de frutas, verduras e hidratos de carbono y un elemento clave para bajar de peso, tal vez el más decisivo: el deporte (es decir, un plan natural, sin necesidad de esas costosas operaciones o utilizar esos productos ficticios que ofrecen en la televisión y que no dan resultados). El deporte que comenzó a hacer fue atletismo.

No pasó de cero a cien, sino que fue todo un proceso de pequeños cambios en su estilo de vida, consultando siempre al médico y siguiendo todo paso a paso con paciencia y perseverancia.

Al principio no le fue nada sencillo cambiar ciertos hábitos, sin embargo, lentamente comenzó a adaptarse a ellos.

El tiempo comenzaba a pasar y su meta seguía bien firme, y más aún cuando lentamente comenzaban a verse los resultados. En ningún momento se dejo desalentar por ninguna persona y sigo adelante en su proyecto, siempre con su objetivo bien claro pero mas que nada con teniendo paciencia.

Luego de un año, su objetivo de haber bajado de peso estaba cumplido, pero ahora tenía una nueva meta en su mente: mejorar su rendimiento en el atletismo. Y era algo recíproco, porque mientras se entraba para ello, continuaba bajando de peso.

A finales de este segundo año, veamos en qué se había convertido:

¿Difícil de creer no? ¿Acaso creen que es un efecto de “Photoshop”? Pues déjeme decirles que no. No hay ningún truco. Es verídico. Y no solo eso. Su rendimiento atlético se elevo hasta las nubes. En la competencia más importante de la ciudad de ese año (“La Tandilia”, en la que participan alrededor de 1000 personas), llego en el puesto 8 de su categoría.

Es por ello que nunca deben olvidar que así como él, todos pueden.

Siempre que se propongan algo, lo van a alcanzar.

No importa cuanto tiempo les lleve.

¡Sigan firme en su objetivo!

ARTICULO DEDICADO A MI PAPA
DE QUIEN APRENDÍ LA VERDADERA
LECCIÓN DE FUERZA DE VOLUNTAD

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